
El precandidato plantea una línea dura contra las irregularidades heredadas, promete reactivar la construcción de la piscina olímpica, y asegura que no permitirá el uso del municipio como un botín político.
Montero, — En una entrevista emitida por el programa Agenda Matinal de Wara Comunicaciones, el precandidato a la alcaldía de Montero, Edward Núñez, delineó los ejes principales de su futura gestión, en caso de ser electo en las elecciones subnacionales del próximo año. Núñez hizo énfasis en su compromiso con la transparencia, la legalidad y una lucha frontal contra las malas prácticas administrativas que —según él— han sumido al municipio en la parálisis y la desconfianza ciudadana.
Piscina olímpica: símbolo del abandono
Uno de los temas centrales abordados fue la paralización de la construcción de la piscina olímpica, una obra largamente esperada por la ciudadanía y hoy convertida en un “monumento al cemento”. El actual presidente del Concejo Municipal, William Perales, anunció esta semana la solicitud de un Informe Escrito (PIE) para conocer las acciones legales emprendidas por el Ejecutivo en torno a la paralización del proyecto, así como las denuncias de doble titulación de terrenos donde se pretendía levantar la infraestructura.
Consultado sobre cómo abordaría este conflicto si asume la alcaldía, Núñez fue claro: “Lo primero es verificar en Derechos Reales la titularidad del predio y, si existen indicios de falsificación de documentos, iniciar procesos judiciales. No se puede permitir que un bien público quede en manos privadas de manera fraudulenta”, afirmó. Además, criticó duramente a autoridades que —según él— “se lavan las manos y dejan todo en manos de asesores”.
“Los alcaldes no pueden ser floreros ni marionetas. Si soy electo, voy a estar encima de cada proceso legal. No voy a permitir que nos cuenten cuentos chinos”, sentenció.
Nepotismo y contratos direccionados: tolerancia cero
Otro tema candente fue el nepotismo dentro del municipio. Según denuncias del concejal Perales, aún no hay respuesta del Ejecutivo a las solicitudes formales de información sobre contrataciones presuntamente irregulares. Núñez se mostró categórico: “Nepotismo cero. La ley 1178 es clara, y todo funcionario que haya mentido en su declaración jurada deberá devolver el dinero recibido. No importa si es primo, sobrino o compadre”, dijo.
Rechazó de forma tajante cualquier intención de usar la alcaldía como agencia de empleo para familiares o amigos: “Si un funcionario mete a su hijo, su yerno o su suegra, está cometiendo un delito. Y si el alcalde lo permite, también será responsable. Eso se acabó conmigo”, advirtió.
Desayuno escolar: ¿una mina de oro para algunos?
Edward Núñez también fue consultado sobre el escándalo en torno al desayuno escolar, tema recurrente en los medios locales por denuncias de contratos direccionados y alimentos de baja calidad. El concejal Santiago Valenzuela alertó esta semana que, pese al compromiso de reanudar la entrega tras las vacaciones, no se distribuyó alimento alguno a inicios de la semana. Además, volvió a cuestionar la adjudicación fraccionada del contrato —dividido en 10 lotes menores a un millón de bolivianos— para evitar el control del Concejo Municipal.
Núñez criticó la práctica y no descartó iniciar auditorías profundas: “Si alguien viene a ofrecerme un ‘negocio redondo’ con empresas fantasma o terciarizadoras, lo primero que haré es denunciarlo públicamente. La alimentación escolar es sagrada y no puede convertirse en fuente de enriquecimiento ilícito”, declaró.
“¿Qué clase de sociedad somos si permitimos que se juegue con la comida de los niños? Esa empresa debe responder y los responsables rendir cuentas”, subrayó.
Visión de gestión: eficacia, control y responsabilidad
Para Núñez, gran parte de los problemas actuales radica en la falta de conocimiento legal y técnico de muchas autoridades. Insistió en que la ley 2341 de Procedimiento Administrativo y la ley 1178 de Administración y Control Gubernamentales brindan todas las herramientas necesarias para gobernar con transparencia, pero “nadie las usa”.
En su visión, tanto el alcalde como los concejales deben capacitarse y dejar de lado intereses políticos. “Aquí nadie está por el MAS, por CREEMOS ni por ningún color. Están para trabajar por Montero, y si no lo hacen, serán procesados. Si soy alcalde, me aseguraré de que los que cobraron sueldo sin trabajar devuelvan ese dinero”, sentenció.
Una advertencia final
Edward Núñez cerró la entrevista dejando en claro que no cederá ante presiones externas:
“A mí nadie me va a llamar para pedirme que ‘deje ahí no más’ el tema de la piscina o los contratos. Yo no le tengo miedo ni al puñete ni a la plata. Solo a Dios. Y lo que corresponde por ley, se va a hacer. Le duela a quien le duela”.
Con este tono firme, Núñez proyecta una candidatura que pretende capitalizar el descontento popular ante una gestión municipal debilitada por denuncias de corrupción, lentitud administrativa y falta de resultados concretos.
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